18. Con esa luz, pido a las parejas casadas de la arquidiócesis que lean, discutan y recen en torno a la Humanae Vitae, la Familiaris Consortio, y otros documentos de la Iglesia que delinean la enseñanza católica sobre el matrimonio y la sexualidad. Muchas parejas casadas, inconscientes de la sabiduría encontrada en este material, se han privado a sí mismas de una hermosa fuente de sustento para su mutuo amor. Aliento de manera especial a las parejas a examinar su propia conciencia en relación a la anticoncepción, y les pido que recuerden que "conciencia" es mucho más que sólo una cuestión de preferencia personal. Requiere que busquemos y entendamos la enseñanza de la Iglesia, y honestamente luchar para conformar nuestros corazones a ella. Les exhorto a buscar la Reconciliación sacramental por las veces en que han caído en la anticoncepción. La sexualidad desordenada es la adicción dominante de la sociedad norteamericana en estos años finales del siglo. Directa o indirectamente nos afecta a todos. Como resultado, para muchos esta enseñanza puede ser un mensaje difícil de aceptar. Pero no pierdan los ánimos. Cada uno de nosotros es un pecador. Cada uno de nosotros es amado por Dios. No importa qué tanto caigamos, Dios nos perdonará si nos arrepentimos y pedimos la gracia para cumplir su voluntad.